domingo, enero 15, 2012

Desde la costa gaditana...


Clémence Moussu compagina actualmente su trabajo como asistente de profesores en el Liceo Francés de Cádiz, donde además estudia un máster en enseñanza de lenguas extranjeras.

¿Cómo llegaste a la Universidad de Alicante?

Estuve dos años estudiando en la UA porque existía un convenio con mi universidad, Université de Provence. Se trataba de un plan conjunto de estudios en Historia. Así, al final de los cinco años de carrera (siendo dos en Alicante) se obtiene la Licenciatura en Historia española y la Licenciatura en Historia francesa, junto a un máster en investigación histórica.

¿Cómo valoras tu paso por la Universidad de Alicante?

Me gustó estudiar en la Universidad de Alicante por varios motivos: los profesores me parecieron muy competentes y la oferta educativa amplia. Tuve la suerte, por el carácter especial de mi carrera, de siempre estar en pequeños grupos lo que favorece al  estudio y aprendizaje de la lengua y de las materias.

 El campus de San Vicente es muy bonito y agradable con el césped, las fuentes. Las instalaciones funcionan muy bien como el polígono deportivo, la biblioteca y los ‘clubs sociales’. Por esas razones recomendaría la UA para futuros estudiantes sin dudas.

¿Sabías algo sobre la ciudad antes de llegar?

No conocía la ciudad de Alicante antes, aunque había ya probado el turrón. Mi decisión de estudiar ahí se basó principalmente en la oferta educativa. Sin embargo, me hizo mucha ilusión estudiar cerca de la costa Mediterránea ya que vengo de esa misma costa, pero francesa. Disfruté muchísimo el buen tiempo y las playas. Aunque, la oferta cultural es un poco reducida a veces, pero estoy segura que esto ha mejorado muchísimo últimamente.

¿Fue difícil la adaptación a la ciudad o a la Universidad?


Lo más duro para mi adaptación fue que mi nivel de español era muy bajo al llegar. Pero, el primer año viví en el Colegio Mayor, y junto a las clases de español que ofrece la Universidad, en tan sólo unos meses pude controlar la lengua y sentirme integrada. Al principio, también fue difícil adaptarse a los horarios españoles tanto para las comidas como para las compras. Salir a la calle a las cuatro de la tarde para ir de compras y ver que no hay nadie y que está todo cerrado, ¡fue una experiencia extraña!

¿Qué diferencias destacarías entre la Universidad de Alicante y tu propio centro de estudios?

Creo que la principal diferencia entre la UA y la Université de Provence en Aix-en-Provence es la relación que existe entre profesores y el alumnado. En Alicante, existe una relación de confianza y cercanía que rápidamente se instala y permite sentirte escuchado y apoyado cuando hay dudas sobre las asignaturas o tienen diferentes intereses. Un punto negativo sería quizás algunos problemas de gestión administrativa que tuve, pero imagino que se explica por la novedad que suponía este tipo de planes conjuntos europeos.